domingo, 19 de septiembre de 2010

Viva la Democracia Interactiva!

Todos los días cuando te levantas de la cama tienes que levantarte pensando que puede ser un gran día.
Si además te encuentras en el mismo día con dos de las noticias tecnológicas más ilusionantes de los últimos años, tienes la certeza absoluta de que realmente es un día maravilloso.


Y el día de hoy ni tan siquiera es importante, porque las dos noticias hacen relación a proyectos que se llevaban gestando hace ya un tiempo. Y cómo ya nos tienen acostumbrados con cada novedad que surge de la red, cada vez el nivel de sorpresa y esperanza va siendo mayor.


Las dos noticias a las que hago relación son el anuncio por un lado de la publicación del código fuente Diaspora para la creación de redes sociales de código abierto y que en función del grado de aceptación y de desarrollo que la comunidad de internet haga de ella, permitirá a los usuarios sentir un control auténtico de su red social desterrarando por siempre la sensación de que tiene hipotecada su vida pública y sus datos más personales a una empresa privada. Por otro lado, el periódico español El País se hacía eco hoy de una iniciativa popular para la creación de un grupo de trabajo con el objetivo de defender la neutralidad en la Red con el objetivo de redactar un proyecto de ley y recoger las firmas necesarias para presentarlo en el Congreso.


Las dos noticias abren una puerta de esperanza a los que desde el principio hemos visto en la red de datos, el gran sistema de comunicación que nos permitiría gozar de algo que desde el inicio de nuestra historia había parecido un mero espejismo y un sueño imposible, una democracia real en la que todos contemos siempre. Porque durante años muchos de nosotros hemos perseguido el sueño en el que por fin se liberara esa maraña administrativa y burocrática en la que se han convertido los sistemas políticos, haciéndonos por fin partícipes directos de nuestras vidas y no simples marionetas controladas por políticos, empresas o por cualquier otro poder fáctico.


Y el impulso no debe quedar en una simple iniciativa para redactar un único proyecto de ley. El Sistema debe saber que vamos a recuperar el control total del mismo cueste lo que cueste. Con su consentimiento o sin él. Porque no se trata únicamente de abrir la puerta a tímidos esfuerzos del sistema para impulsar referéndums interactivos manipulados mediáticamente y sobre asuntos vanales con poca o ninguna repercusión en nuestras vidas.


No podemos dejar que este movimiento se quede únicamente en ahogadas iniciativas puntuales que generan una ínfima presión al Sistema. Un sistema que utiliza únicamente el impulso de las iniciativos que más les convienen y manipulan e ignoran las que les resultan incómodas o molestas. Porque la gente está cada día más cansada de la hipocresía y la mentira de esas mafias sin escrúpulos a las que llamamos estado. Porque si no hacemos algo los que venimos de vivir en una época donde la información se transmitía en forma de leyendas urbanas que no generaban otra cosa más que miedo e incertidumbre y hemos podido iluminarnos con el nacimiento de un mundo ilusionante donde nuestra inteligencia cada vez es menos importante porque contamos con el acceso inmediato a toda la información y conocimiento que deseemos, si no hacemos algo nosotros y luchamos con todas nuestras fuerzas por una neutralidad auténtica y una libertad total de nuestras redes informáticas impidiendo que se apoderen de ellas desde el sistema capitalista, si no lo hacemos ya, la batalla está muy cerca de perderse para siempre. Y las próximas generaciones que vengan detrás de nosotros pensarán que este proceso era algo inevitable y que ya nada pueden cambiar. El ser humano habrá sucumbido por siempre al Sistema.



Porque el dilema no es si las redes pertenecen a los ISP (Proveedor de servicios de Internet) o a los grandes portales que consumen la mayor parte del tráfico ni tan siquiera a los sociedades de gestión de los derechos de autor. La Red pertenece al Usuario. Porque la Red surge del deseo de un usuario de comunicarse virtual y libremente con otro Usuario. Y lo demás son los medios utilizados. Llámese AT&T, Verizon o Vodafone, Google o Hotmail, Facebook o Twitter, PC o Apple, Android, Windows o Linux, Intel o AMD, Usenet, WorldWideWeb o P2P. Los medios nunca serán los dueños de la libre comunicación entre dos usuarios. Porque si esos medios no son libres, los usuarios los crearán de nuevo libres desde cero. Ya ha ocurrido con un sistema operativo y ahora de nuevo, con una web de red social. ¿De verdad creeis que no somos capaces de desarrollar nuestra propia red de servidores o abrir el acceso de nuestros modems wifi?


El Sistema está obligado a entender que si no cede el control al Pueblo, el Pueblo acabará reclamándolo y apoderándose de él porque contamos con la herramienta más poderosa que nunca hemos tenido y que nos ha permitido derruir en poco tiempo todas las barreras que impedían nuestra libre comunicación. Ya no importa el tiempo ni la distancia. Incluso los idiomas han dejado de ser ya una barrera. Porque todos podemos compartir nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras imágenes, nuestras creaciones y nuestras vidas con tan sólo un click. Sólo por ese motivo la red puede ser maravillosa y merece la pena que luchemos por ella con todas nuestras fuerzas.


Pero todos conocemos consciente o inconscientemente que Internet es el auténtico guardián de algo más importante. Con Internet el ser humano ha abierto un nuevo portal de conocimiento y comunicación libre y global. Es en definitiva un nuevo sentido múltiple, una memoria infinita y una inteligencia suprema y colectiva de un ser humano superevolucionado.


¿Por qué quedarse únicamente en redactar un proyecto de ley? Una simple idea como la posibilidad de recoger firmas para crear un partido político en el que todas las decisiones y sentidos de las votaciones de una cámara legislativa estuvieran supeditadas a encuestas públicas de Facebook o cualquier otra red social, podría desencadenar un hito sin precedentes en la historia de la democracia parlamentaria. Una iniciativa que aunque pudiese originar, no en vano, un desequilibrio inicial del sistema durante los primeros años afloraría inexorablemente a un futuro de equilibrio social nunca visto en la historia de la humanidad.


Porque todos tenemos derecho a opinar, derecho a decidir como queremos que sea el mundo que nos rodea, empezando por la intimidad de nuestro propio hogar, de nuestra comunidad de vecinos, de nuestro barrio, pueblo o ciudad, de nuestra comarca, región, comunidad o país, y en definitiva de todos los países y del mundo entero. Porque todos tenemos derecho a decidir y a exigir cuales son los derechos fundamentales de cualquier ser humano cuando viene a este mundo. No importa nuestro lugar de nacimiento ni nuestro color de piel, nuestro sexo o sexualidad, ni nuestra religión o nuestro dinero, todos contamos con el mismo derecho a ser partícipes directos en todos los ámbitos que rodean a nuestro hogar, a nuestra vida.


Porque no son más grandes aquellos pueblos que en nombre del miedo, la coacción y la muerte reindinvican su sitio en el Mundo. Ni tampoco lo son aquellos pueblos que amparados internacionalmente por la soberanía nacional cohiben, prohiben, marginan y exterminan a otros pueblos minoritarios y/o integrantes de éste. Los grandes pueblos son aquellos que han acogido y ayudado a cualquier persona que fuese capaz de contribuir siempre en beneficio de la comunidad.


Porque todos sabemos que incluso entre las posturas más radicalizadas se pueden obtener puntos de encuentro y consenso en el entendimiento de que todos somos en realidad progresistas y conservadores, porque lo que ambas orientaciones desean en realidad es en el desarrollo progresivo del estado del bienestar que nos asegure el éxito a corto, medio y largo plazo. Que por mucho que nos empeñemos, el sistema de naciones del que se han alimentado políticos sin escrúpulos durante años cada vez tiene menos importancia en un mundo globalizado donde apenas contamos con poca o ninguna independencia local y todas las decisiones están subyugadas al deseo arbitrario del sistema bancario y a las empresas de los sectores dominantes.

Es el momento de soñar libremente con un mundo en el que no existan fronteras ni barreras que puedan detenernos, en el que el principal derecho del ser humano cuando viene a este Planeta sea poder elegir libremente el lugar donde quiera vivir y existir. Porque el Planeta no es propiedad de nadie. Ni de un Estado, ni de una empresa, ni de una familia o una persona. Porque ni tan siquiera es propiedad en exclusiva de los seres humanos. El Planeta es de todos los que habitamos en él y todos tenemos el mismo derecho a vivir en él. Que no quede limitada tu vida, tus sueños, tus esperanzas por el lugar donde has nacido. Porque todos tenemos derecho a lo mismo, derecho a encontrar un lugar al que podamos llamar Hogar. Derecho a tener incluso más de uno si eso es lo que deseamos y soñamos.


Pero es evidente que, teniendo en cuenta las grandes diferencias económicas y sociales que hay entre los países, si de verdad queremos llevar a buen puerto un proceso abierto y libre de globalización tenemos que aceptar que será un proceso lento y no exento de esfuerzos que tendremos que asumir todas las partes. Es entendible el miedo de las sociedades más avanzadas a unas uniones políticas endebles con sociedades todavía en desarrollo.


Pero no es un miedo económico como nos quieren hacer creer.
Es todo lo contrario.


Es miedo a que únicamente se tengan en cuenta baremos económicos para tales acuerdos como ha ocurrido con los intentos de unificación en Europea. A quién le importa el índice PIB, el valor de la moneda o el nivel de paro cuando nos arriesgamos a tener que enfrentarnos de nuevo con comportamientos intolerantes y prejuicios primitivos superados no sin esfuerzo y sin dolor en las sociedades más avanzadas. No es la economía lo que nos aterroriza. Hace tiempo que hemos aceptado que el sistema tiene que tender a un equilibrio económico. Porque el mundo lleva años equilibrándose. Siglos. Las diferencias económicas entre los países occidentales con países sudamericanos o asiáticos se ha reducido bastante en comparación a los niveles que había hace treinta años.


Lo que realmente nos importa y nos produce un mayor temor es el nivel de educación de esas sociedades menos desarrolladas y que hayan podido contar durante al menos una generación con un acceso libre y total a ella. Queremos que esas sociedades estén educadas. Que hayan leído filosofía. Que hayan estudiado Física y Química. Que conozcan la historia de las civilizaciones. Que puedan explorar libremente el arte del siglo XX.


Que sepan leer.
Porque leer es un derecho básico y fundamental.


Si una sociedad no puede leer, entonces esa socidad no puede ni pensar ni elegir libremente. Poco importa que internet nos abra las puertas a otras formas de comunicación. Una persona que no supiese leer nunca tendría acceso libre a estas palabras o a todas aquellas que algunos hemos tenido la suerte de leer y nos han convertido en las personas que somos. Porque el índice de alfabetización es el baremo más básico pero posiblemente más importante si queremos compartir nuestra soberanía con nuestros vecinos. No es un índice de marginalización. Debe ser un índice de excelencia para todos los estados. Un índice requerido a todos los estados en desarrollo y a los que cuenten con regímenes poco o nada democráticos. Pero también debe ser exigido a todos los países desarrolados que utilicen el analfabetismo de masas y ghettos sociales para sus propios intereses sin fomentar y asegurar el derecho a una educación libre y completa de todos los estratos sociales.


Irónicamente, el índice de alfabetización es un índice tabú para la mayoría de los países debido a oscuras motivaciones estratégicas. Sólo unos pocos hacen públicos datos estadísticos al respecto, por lo que poco o nada deberíamos fiarnos de lo que dicen los estados sobre sus índices de alfabetización.


Tenemos que tener claro que este proceso no debe estar bañado por la incertidumbre o el miedo. No vamos a tener que luchar esta batalla saliendo a la calle a matar por nuestra vida o por la de nuestra familia o amigos. Desde la Segunda Guerra Mundial, el ser humano aprendió una lección muy importante, adquirimos la consciencia de que no podemos autodestruirnos.


Por fin el ser humano ha aprendido la lección de que no estamos locos.
Sabemos lo que queremos.
Y queremos vivir y ganar.


Y sabemos como lo haremos.
Ganaremos esta batalla desde la propia Red. Desde nuestros teclados y pantallas. Con nuestros códigos abiertos y aplicaciones libres, con nuestros vídeos compartidos, nuestras páginas webs y nuestras entradas de blogs. Se ganará desde Facebook, Wave, MSN, Twitter y Diaspora. Se ganará desde todos los rincones donde podamos aportar nuestro grano de arena a un mundo mejor. A nuestro mundo.


No es el objetivo en sí que las redes sociales se convirtieran en un movimiento antisistema que amenace con sumergirnos en un mundo anárquico y descontrolado. Y por otro lado, nunca deberá ser el objetivo del Sistema situar barreras insalvables que impida a los ciudadanos acceder al control total de la legislación ejecutiva (justicia, policía o ejército) o a la administración de los recursos del Estado (hacienda, sanidad, energía, urbanización,...).


La solución nunca reside en el enfrentamiento de dos ideas, si no de la unión entre ellas.


En la fusión paulatina y consensuada de las ideas que nos permita disponer del sistema dinámico más adecuado en cada momento. Porque llegados al punto de inflexión donde la evolución tecnológica y social ha comenzado una escalada exponencial, no podemos seguir por más tiempo con un arcaico sistema de estados que cuentan con una base legal, protegida y básicamente inamovible en forma de constituciones imperecederas. Porque la constitución y nuestras bases ideológicas no pueden ser las mismas año tras año, década tras década, siglo tras siglo. Porque nosotros seremos los que decidamos lo que está mal o lo que está bien. Porque tenemos ese derecho del mismo modo que lo tuvieron nuestros padres o nuestros abuelos. Porque hemos evolucionado y tenemos completa conciencia del mundo que queremos crear. Y porque sabemos que ese no siempre es el camino por el que el sistema capitalista nos está arrastrando. Empujados a un mar de incertidumbre que nos provoca un miedo tan primitivo que indica claramente que el camino no es el correcto. Haciéndonos sentir impotentes e indefensos porque creemos que poco o nada podemos hacer o cambiar.


Pero todo puede ser cambiado y todo va a cambiar.


Estas dos grandes noticias se han unido en un mismo día para cimentar las bases de nuestro destino, el destino de la democracia interactiva que nos permite soñar con que ya no se trata únicamente de una teorización sobre el futuro del sistema político sino de una realidad tangible que se desarrollará firmemente durante los próximos años.


Ya no dependerá de los políticos o de los poderosos juzgar y supeditar lo que podemos o no podemos hacer.


Todo va a depender a partir de ahora de nosotros mismos.


Juntos crearemos un mundo donde el acceso al conocimiento no es un privilegio sino un derecho fundamental del ser humano. Porque toda aportación que se hace a la ciencia, al arte, al pensamiento, a la historia no pertenece a nadie más que al propio ser humano y no a una sociedad de derechos de autor o a una patente. Porque esa obra ni siquiera pertenece al mismo creador, ni mucho menos alguno de sus familiares, porque todo autor sabe cuando crea algo que su obra es el fruto de toda las obras que han originado la evolución del pensamiento y del ser humano para convertirle en la persona que es en ese momento o en la obra que está creado. Cada obra, cada aportación, cada idea nos pertenece a todos.


Porque nadie sería nada si no fuera por todos los demás.
Porque ninguna obra sería nada si no pudiera ser apreciada por todos.


Porque todos juntos lucharemos por un mundo donde el trabajador pueda sentirse por fin propietario de su trabajo, sin importar si trabaja para sí mismo o para otra persona, una empresa o un estado. Porque han fracasado los sistemas donde el estado sea dueño de todas las empresas o en el que los estados estén en manos de las empresas. Se trata de buscar un equilibrio contando con un estado donde todos podamos participar y regular nuestras empresas y asegurar unos margenes de beneficio justos, no abusivos y adecuados en cada sector; estipulando un reparto de los beneficios equitativo al valor del trabajo desarrollado por cada uno de los trabajadores. Porque las empresas también son de todos los que hemos contribuido a ella y no únicamente de aquellos que la crearon. Nací Rey y Rey Moriré. Porque la mayoría estamos hartos de la hipocresía de un sistema caduco que aboga siempre por un mercado libre que nos ha ido convirtiendo poco a poco en esclavos de nuestro trabajo y del propio sistema mientras los gobiernos permanecen con los brazos cruzados ante la manipulación que bancos y empresas someten a la población.


Porque todos deseamos un mundo donde todos seamos iguales porque todos somos lo mismo.
La misma luz. La misma energía. La misma vida.


Todos somos débiles y fuertes.
Todos somos alegres y tristes.
Todos somos positivos y negativos.
Todos somos sensibles y fríos.
Todos somos locura y razón.
Todos somos monógamos y polígamos.
Todos somos hombres y mujeres.
Todos somos vida y muerte.


Y si todos somos lo mismo, lo primero que tenemos que hacer es amar y respetarnos a nosotros mismos por encima de todas las cosas. Porque si no lo hacemos, estamos impedidos para amar a los demás como realmente hay que hacerlo, dándolo todo.


TODO.


Porque ese es el verdadero mensaje. Para amar a los demás por encima de todas las cosas, primero debemos aceptarnos y amarnos tal y como somos.


Amar a los demás como a uno mismo.


Porque este mensaje puede no ser perfecto. Porque nunca nada es del todo perfecto.
La perfección está en el deseo de todos de hacer mejor las cosas cada día.


Bienvenidos todos a un gran día, el primer día de una nueva era.

2 comentarios:

  1. EN PRIMER LUGAR FELICITARTE Y ALEGRA EL SABER QUE HAY PERSONAS ASI.
    SOLO DECIR QUE LA VIDA COMO TAL ES UN REGALO, EL CUAL NO LO DISFRUTAMOS, AL CONTRARIO.
    PERDEMOS OPORTUNIDADES, MOMENTOS,SENSACIONES,INQUIETUDES ETC, TODO EN MI OPINION PORQUE PARA EMPEZAR FALTA DIALOGO,COMUNICACION Y SOBRETODO SINCERIDAD,EMPEZAZANDO COMO TU DICES POR UNO MISMO.EL PLANETA ES DE TODOS Y TODOS TENEMOS DERECHO A VIVIR EN ELY AUNQUE POR DESGRACIA NO TODO EL MUNDO TIENE LAS MISMAS OPORTUNIDADES PARA PODER A DESARROLLAR TODO LO EL POTENCIAL QUE TIENE, PERO ALGO QUE ES GRATIS ADEMAS DE BENEFICIOSO Y MARAVILLOSO COMO EL RESPETAR Y TRATAR DE SER CADA DIA MEJOR PERSONA, PARECE QUE SE QUEDA ATRAS PERO TENEMOS HACERLO ENTRE TODOS EN LO QUE PODAMOS ESO DEBERIA DE SERVIR PARA PODER EMPEZAR CADA DIA CON OTRA PERSPECTIVA E INTENTAR SUPERARNOS Y SER FELICES. EL LIMITE SOLO NOS LO MARCAMOS NOSOTROS MISMOS.
    Y POR ESO SOLO NOSOTROS PODEMOS CAMBIAR LO MALO DE ESTA SOCIEDAD.
    UN SALUDO

    ResponderEliminar
  2. Alienación!!! La estupidez esta triunfando. Espabila o muere.

    ResponderEliminar